Mujeres agredidas en la plaza 25 de Mayo contaron cómo fue la “cacería”
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Mujeres agredidas en la plaza 25 de Mayo contaron cómo fue la “cacería”

Aseguraron que el grupo que se organizó en su contra actuó como "la inquisición en el siglo XXI” y describieron cómo no fueron asistidas por la Policía. “Se abalanzaron con piedras, palos y mucha violencia. Nos siguieron en moto”, describieron. Lee el comunicado completo.


Libertad Digital

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17/10/2017
 /  libertaddigital.com
 -  Política  /  Redacción: Lopez Acosta Catriel

Comunicado de La Ría, corriente crítico feminista a propósito de los hechos acontecidos ayer, 16 de octubre, en la Ciudad de Resistencia

Unas horas después del cierre del 32° Encuentro Nacional de Mujeres en la ciudad de Resistencia, vivimos en carne propia la furia de la violencia patriarcal y el fascismo social.

Alrededor de dieciocho (18) compañeras regresábamos felices del cierre del ENM en el Estadio Sarmiento, predispuestas a pasar las horas que nos quedaban en la Plaza 25 de Mayo (Plaza Central de Resistencia). Nos bajamos del colectivo y vimos una columna de vecinos y vecinas marchando. Al cruzar a la plaza comenzamos a distinguir gritos dirigidos que proclamaban: “Aborteras”, “Lesbianas”, “No nos representan”, “Sucias”, “Tortas de mierda”, “Váyanse de la ciudad”. Apuramos el paso, pero la columna avanzó interceptando a la mitad del grupo, y cuando intentamos reunirnos se abalanzaron sobre nosotras con piedras, palos y muchísima violencia. Luego nos enteraríamos que este grupo de personas se había convocado a la Plaza a las 14hs. en repudio a la presencia de mujeres, trans y travestis feministas en la Ciudad, y que se encontraban presentes sectores de la iglesia católica y evangélica y dirigentes políticos locales de la Unión Cívica Radical.

Parte de nosotras quedamos cercadas en la mitad de la Plaza, rodeadas por todos los flancos por lo más reaccionario de la sociedad. Sin posibilidad de salir para ningún lado, desprovistas de cualquier tipo de protección policial o institucional y paralizadas ante una horda de personas que se acercaban con piedras y agresiones verbales que no cesaban. La posibilidad de un linchamiento se posó ante nuestros ojos, y el miedo por el resguardo de nuestra vida e integridad y de nuestras compañeras que se habían separado del grupo nos recorrió el cuerpo. Acurrucadas en el monumento central éramos diez mujeres enfrentando la violencia misógina de un grupo de más de 150 personas.

Cualquier versión de enfrentamiento que circule es totalmente falsa, la violencia la recibimos exclusivamente quienes, incluso desconociendo la convocatoria, nos encontrábamos en el lugar y momento no indicado. La conclusión probablemente es que toda participante del Encuentro Nacional que circulara en grupo en ese tiempo y lugar habría estado en peligro.

Las compañeras que nos separamos del grupo fuimos perseguidas por personas en motos y apedreadas durante varias cuadras hasta que pudimos resguardarnos en una garage: sin efectivos policiales cerca, con colectivos que no nos frenaban, con compañeras mayores, con compañeras con ataques de pánico, con bebes... Una moto con dos personas arriba nos vió allí escondidas y empezó a llamar más gente. Se escuchaban más motos cerca y decidimos seguir corriendo. Algunas compañeras, las que podíamos, corrimos y corrimos hasta la Casa de Gobierno de Chaco. Otras quedaron en un hall de un edificio donde fueron agredidas directamente, otras se escondieron en un auto.

Quienes llegamos a la Casa de Gobierno de Chaco decidimos detenernos allí, por agotamiento y rabia, dispuestas a responsabilizar a las cuatro autoridades policiales que nos miraban llorar a través de las rejas del edificio. Cuando el malón se acercó nos dejaron pasar a la dependencia por el estacionamiento, y nos pidieron que nos escondamos (si, como si fuéramos delincuentes). La policía chaqueña nos dejó allí, mientras llegaban compañeras de la comisión organizadora del ENM a contenernos y comunicarnos la estrategia de seguridad que estaban desplegando junto a la Secretaría de DDHH de la provincia.

Una vez más fue la sororidad, el heroísmo de compañeras y la organización feminista la que nos salvó. Queremos agradecer el acompañamiento vital dado por la Comisión Organizadora del Encuentro Nacional Chaco y celebrar la participación de todas las que estuvimos e hicimos del ENM una razón para festejar, más allá de la existencia de los grupos de siempre, reaccionarios y violentos, que todavía nos quieren quemar.

No tenemos duda que los sectores que nos violentan cada vez que decidimos salir organizadamente a las calles, son los mismos. Sus roles mutan, pero siempre están ahí. Las fuerzas de seguridad del Estado que unas veces reprimen o como ayer permiten que se nos violente con total impunidad, los partidos políticos de derecha que promueven el repudio hacia nuestros reclamos, los medios masivos que no están cuando se trata de defendernos, las iglesias que ayer y hoy incitan la criminalización de nuestros actos; y la sociedad misógina que insiste en valorar más las paredes y los monumentos que la vida y la integridad nuestra.

El terrorismo y los intentos de disciplinamiento de todos estos sectores no nos detienen. La sororidad y la lucha por la igualdad es una fuerza inacabable que nos sigue y seguirá impulsando. Nosotras seguiremos luchando porque estamos convencidas que éste es un camino hermoso e indispensable para transformar el mundo.

Convocamos a todos y todas a que nos acompañen hoy, 17 de octubre, a las 18 hs frente a la Casa de Chaco (Callao y Corrientes) para repudiar estos hechos y exigir justicia ante las denuncias que realizamos contra quienes los cometieron.

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