Salvemos a la Biblioteca Popular Rivadavia: "No dependemos del Estado y necesitamos ayuda"

Para cubrir los gastos mínimos de funcionamiento, la biblioteca popular Bernardino Rivadavia debe reunir unos $20.000 cada mes. Entonces su comunidad convocó a veinte vecinos de Resistencia o a firmas comerciales que pudieran donar $1.000 cada uno.

"Esta es una biblioteca popular y es algo que se debe dejar bien en claro porque instituciones como esta no dependen del Estado y las públicas sí, en ese sentido sentimos que nuestra identidad se ve muy vulnerada por el hecho que a las bibliotecas públicas les hayan habilitado la denominación 'popular' porque es un contrasentido, no puede ser del Estado y a la vez tener ese cartel", explicó.

Por tratarse de una ONG –una asociación civil sin fines de lucro–, se sostiene con los recursos que aportan sus socios y entidades interesadas en la educación y en el fomento de la cultura de sus conciudadanos. Porque una biblioteca popular es una institución autónoma, que no depende del Estado; aunque puede recibir apoyo estatal –y de hecho esto ocurre–, garantizado y controlado por abundante legislación emanada de casi todas las provincias argentinas e incluso de numerosos municipios del interior del país.

"Esperamos ese necesario apoyo. Es imprescindible para la comunidad porque, además de ser un centro de lectura, esta biblioteca ha funcionado siempre como centro cultural y como sede para numerosas instituciones afines que carecen de local propio", manifestó Ramírez.