Sin educación de identidad sexual ni libros de Harry Potter: cómo son las prohibiciones en Hungría
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Sin educación de identidad sexual ni libros de Harry Potter: cómo son las prohibiciones en Hungría

La norma ha sido aprobada en el Parlamento con los votos del partido ultranacionalista de Viktor Orban y el de extrema derecha Jobbik


Libertad Digital

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16/06/2021
 /  libertaddigital.com
 -  Política  /  Redacción: Nahuel Bustos Domecq

El Gobierno del ultranacionalista Viktor Orban ha abierto un nuevo frente con la Unión Europea al conseguir, con los votos del partido de extrema derecha Jobbik, el respaldo del Parlamento a un proyecto de ley que restringe el acceso de niños y jóvenes a cualquier información sobre temas de homosexualidad y transgénero.

La norma establece la prohibición de libros, películas y otros soportes de contenido accesibles a niños y jóvenes en los que se hable o insinúe una sexualidad que se desvíe de la heterosexualidad y eso, llevado a la práctica, significa que la sexualidad desaparece del temario escolar. O que el censor sólo recomendará películas como Harry Potter, en las que se tratan asuntos como la identidad sexual, a mayores de 18 años.

A esa prohibición, que sin duda tendrá efectos nocivos en las aulas, en el desarrollo de los escolares y en el grado de tolerancia futuro, se añade la de cualquier tipo de publicidad en la que homosexuales o personas transgénero aparezcan como parte de la normalidad. Todo ello en un paquete legislativo que incluye penas más estrictas para la violencia sexual contra los niños y jóvenes, así como la creación de un "Registro de pedófilos".

Orban convierte así en fuerza de ley "el derecho de los niños a la identidad de género recibido en el nacimiento", un argumento que ha convencido a los 157 diputados de los 199 que integran la Cámara, todos ellos del partido del gobernante Fidesz y del opositor Jobbik, una formación que dice haber abandonado sus posiciones de extrema derecha para virar al centro. De los 42 diputados restantes, sólo uno se quedó en el momento de la votación en el hemiciclo para que constara en acta su rechazo a la norma. Los demás abandonaron la sala en señal de protesta.

El proyecto de ley impulsado por Orban no es inocente. Mete homosexualidad y pedofilia en el mismo saco, una asociación demagógica que tanto la oposición progresista como los colectivos LGBT consideran especialmente dañina. "Esta ley es discriminatoria, criminaliza, impone censura, pisotea los derechos de los jóvenes homosexuales y transgénero, y alienta la homofobia", sostienen.

Retroceso en Derechos LGBTIQ+

De hecho, organizaciones como la Asociación Háttér, de defensa de los derechos de homosexuales, Amnistía Internacional o Budapest Pride sostienen que esta legislación es muy parecida a la que Rusia aprobó en 2013 sobre la "propaganda gay", y que conllevó un aumento de la homofobia en ese país. Pero Orban gana cuando atiza contra las minorías, a costa de convertirse en la semilla homófoba de Rusia, que, por cierto, también fertiliza en la vecina Polonia.

Y gana dividiendo, pues eso es lo que, de paso, ha hecho su partido con la oposición, que, desde la izquierda hasta el derechista Jobbik, habían acordado unir fuerzas contra Orban en una candidatura única a las elecciones de 2022.

La presión de la calle y de los medios de comunicación que aún no han caído en manos de Orban ha sido intensa. En vísperas de la votación, miles de personas se concentraron en la plaza Kossuth, donde se encuentra el Parlamento, contra un proyecto de ley sin precedentes en la UE y perjudicial para la salud mental de los jóvenes LGTB+. O de sus vidas.

Pero si algo tiene Orban de loable es que siempre juega con las cartas bocarriba. Desde que llegó al poder en 2010, el Gobierno ha adoptado una serie de leyes que limitan los derechos LGTB+.

Ya en la Constitución de 2011, aprobada en solitario por el partido de Orban, se determinó que el matrimonio era la unión de un hombre y una mujer. El presidente del Parlamento y uno de los fundadores del Fidesz, László Kövér, ha comparado a los homosexuales que quieren adoptar con pedófilos. "Hungría es un país tolerante y paciente con la homosexualidad, siempre que dejen en paz a nuestros hijos", afirmó en su día Orban, poco antes de que se prohibiera la adopción por parte de parejas del mismo sexo. El año pasado, un libro para niños titulado 'El país de las maravillas es para todos', que buscaba mostrar respeto hacia las minorías, fue descrito por el Gobierno como "propaganda homosexual" que debería prohibirse en las escuelas. Durante la pandemia, en mayo de 2020, el Gobierno prohibió cambiar de nombre a transexuales.

El caso de Harry Potter

La saga fue puesta en el ojo de la tormenta, así como una amplia gama de literatura que sugiere historias no heteronormativas luego que su autora, J. K. Rowling confirmara que dos de sus personajes en "Animales fantásticos: los crímenes de Grindelwald", Albus Dombuldore y Geller Grindelwald mantuvieron una relación "apasionada".

Lo insólito de la decisión de eliminar todo elemento que, la perspectiva oficialista de Hungría, "promueva" las referencias en materia de educación sexual hacia la identidad de género incluiría grandes y magníficas obras universales. ¿Qué dirán de Catulo?

Fuente: Reuters.

En esta nota: #perspectivadegénero

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