Darío Sztajnszrajber y Soledad Barruti llegan a Resistencia con su Recital de Mitos

"Hay algo de la angustia de la mañana que es muy cuestionador, tiene que ver con esa sensación de empezar el día, vas a insertarte en un cotidiano cada vez más inauténtico, más lleno de forzamientos que no sé si tienen que ver con lo que uno quiere, por lo que me fluye la filosofía", comenzó diciendo sobre las múltiples preguntas que nos pueden surgir durante la mañana.

"Di clases a las 7 de la mañana durante 22 años, por lo que algo de esta divulgación de la filosofía tuvo que ver con empezar a explorar recursos pedagógicos para que alguien abriera las orejas", dijo.

Y siguió: "Cuando uno descubre ese aspecto de incomodidad, o lo anestesia o lo deja fluir. Los que hacemos filosofía lo dejamos fluir, aunque no podría estar cuestionándome, pero tampoco podría no hacer filosofía durante 24 horas".

"Hay algo liberador en la filosofía de apropiarte de lo que te está pasando. Nuestra sociedad tiende a habilitar este tipo de discurso cada vez menos, es muy resultadista y nos exige que todo tiene que dar un rédito. El verbo rendir tiene una polisemia porque está el rendir de rentabilidad, rendir un examen y rendirse. Frente a exigencias impropias, rendirse es una manera de poner un límite", aseveró.

"A veces me levanto a la mañana y tengo la necesidad de creer en algo y que eso me tome y me calme. Toda creencia es medio ansiolítica, pero no puedo hacerlo", marcó.

Sobre su experiencia compartiendo el escenario con Soledad Barruti dijo: "Me gusta mucho hacer diálogos, conversar con gente que busca como yo, en la misma línea de una investigación cuestionadora, de la misma manera lo hice con Felipe Pigna, Luciana Peker, con una banda de música y en la tele con la ficción. La conversación con otros discursos también vivifica la filosofía".

"Sole implosiona de alguna manera con el libro Mal comidos, una crítica muy aguda hacia la industria alimentaria y eso me encontró a mi cuando estaba trabajando el giro animal, que es repensar qué es lo animal y la animalidad nuestra de la que en general queremos despejarnos", recordó.

Recital de mitos, historias de resistencia

El jueves 16 de mayo a las 21 horas, Darío Sztajnszrajber y Soledad Barruti llegarán al Domo del Centenario de Resistencia para brindarnos su espectacular charla titulada “Recital de Mitos”.

"Nos subimos al escenario y cada uno va contando un mito. Es maravilloso el efecto porque de repente estamos dos horas alrededor de una fogata contando cuentos, algo que en el apogeo de las redes sociales se perdió", sostuvo.

"La gente se estremece, lloran, se ríen, hay mucho humor y mucha emoción, pero no deja de ser una propuesta artística que tiene que ver con estos relatos que llevamos al escenario", marcó.

"Lo musical me embargó en su momento, me fascinaba entrar en el segundo justo a decir una palabra. Creo que la filosofía es un género literario que está más cerca del arte que de la ciencia", expuso.

"Los mitos tienen algo muy ingenuo que también genera mucha risa y, por otro lado, cuando cuento el mito del Minotauro hago una contraposición con La casa de Asterión de Borges y ahí actúo, soy el minotauro hablando. Creo que la filosofía llega mejor si se la trabaja desde un punto de vista artístico", contó.

Además, sobre su relación con Soledad Barruti y la posibilidad de hacer este show juntos, expresó: "Estamos en un vínculo que nos agarró grandes y con la decisión de recuperar algo de lo más adolescente. Estamos noviando, trabajar juntos es como una luna de miel y fluye más".

Los tickets están en venta on line con todas las tarjetas en la plataforma butacauno.com o en Frondizi 33 segundo piso oficina 12 y en Librería Contexto, Hipólito Yrigoyen 399, Resistencia, Chaco.

Con belleza, intensidad y humor Darío Sztajnszrajber y Soledad Barruti nos sumergen en un viaje de seis relatos entre los que hay una mujer, Sémele, que anhela vivir al menos por un instante el misterio que se esconde en la naturaleza y es destrozada para ser renacida; y también otra, Lilith, aquella que vive la tragedia de su borradura en la apuesta por su deseo. También, el relato de la alegoría platónica de la caverna que nos invita a pensar los disciplinamientos interiores y exteriores, así como el lugar de aquel que padece el doblez, al igual que Casandra, de darse cuenta y ser incomprendido. Y también la emergencia de otro mito que es más bien una invocación a Dionisio, el dios salvaje, el que desdibuja los límites, el que baila en trance, el que siempre nos está liberando. También dos encuentros, uno con Mestra, la hija del rey que devoró el bosque sagrado en ese afán de cierta humanidad por ingerirlo todo; y otro con el Minotauro que devoraba a otros sin querer, en su eterna búsqueda por comprender su hibridación, tan indeseable para el orden que todo lo define con bordes estrechos, siempre rígidos.