La herencia de Perrando y una historia de amor que pudo con todo

LA NOVELA

Todo surge de un amor clandestino que duró años, entre Raúl Perrando (hermano de Julio) y una mujer casada, Magdalena Pértile de Bay. Luego, con los años, un largo juicio para demostrar que habían tenido un hijo y que este era el único heredero de la fortuna de la familia de médicos.

En 2012, un ADN demostró que en una afinidad es superior al 99,99 %, y así dio por “casi concluido” un proceso de 36 años de tramitación judicial (la sentencia llegó varios a los después). El citado informe confirmó que Oscar Bay es hijo natural de Raúl P. Perrando, hermano del reconocido médico Julio C. Perrando, y por lo tanto el único heredero de todos los bienes de la paradigmática familia resistenciana.

RESEÑA

El caso Perrando comenzó a transitar los pasillos de la justicia chaqueña en el año 1976 y se le agregó un particular condimento en el año 1981, cuando el ciudadano Oscar Andrés Bay presentó un trámite de reconocimiento de filiación (expediente 443/81) y otro de impugnación de filiación legítima (exp- 445/81).

Según se desprende de ambos expedientes, su madre, Magdalena Pértile de Bay, habría tenido una relación con uno de los hermanos Perrando fruto de la cual habría nacido Oscar Andrés, único hijo de la referida mujer. Esto fue reconocido en un escrito judicial por la misma Magdalena Pértile de Bay al inicio de este extenso proceso judicial.

Con estas evidencias la justicia ordenó la exhumación de los cuerpos del supuesto padre Andrés José Bay, de la madre Magdalena Pértile de Bay y de Raúl P. Perrando y junto con las muestras de sangre del hijo supérstite Oscar Bay, logró determinarse todo.

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