Investigadora del CONICET cuestionó la vuelta a las escuelas: "El Estado va contramano de lo que se recomienda"

"Dentro del Centro Estudios e Investigación en Ciencias sociales, desde que inició la presencialidad este año venimos realizando un monitoreo de lo que ocurre con los contagios de la población total e infantil, tomando la franja etaria 6-18 que son modelos que asisten a la escuela común", explicó Romina De Luca.

La especialista indicó que en el modelo actual, se aplicó un sistema de "burbujas" donde advirtieron que las mismas estarían "pinchadas" debido a las características de la labor docente al convertirse en "profesional taxi".

"Efectivamente desde el inicio del ciclo escolar hasta mediados de abril se comienza a ver un aumento de casos que provoca la segunda ola, lo que genera que se suspende la presencialidad y que los casos caigan", señaló. De Luca sostiene que si bien los casos disminuyeron, se volvió a aplicar el sistema pre pandemia.

La investigadora hizo hincapié en que al observarse los niveles de contagio en comparación con la campaña de vacunación, nuestro país está a mitad de camino de lograr la inmunidad de rebaño. "A este ritmo, con suerte si llegan vacunas, en noviembre estaríamos más o menos a tener estas condiciones", afirmó.

De Luca también citó los datos del Ministerio de Salud de la Nación que indica que sólo el 54% de los docentes tienen completo el esquema de vacunación. "Lo que es un problema porque si bien los docentes pueden estar inmunizados, pero la familia forma parte del 40% de la población general que también cuenta con las dosis", aclaró.

En este punto, De Luca enfatizó en que la población no se encuentra en condiciones de retomar la presencialidad en un contexto donde la variante Delta no puede afrontarse solo con una dosis. "A la fecha sólo se aplicaron 589.000 dosis a la población infantil 12-17, si uno piensa cuál es la población objetivo, con datos de 2019, tenemos cerca de 4.600.000 estudiantes que transitan las escuelas. Por lo que, hasta ahora, la vacunación de la población infantil es una gota en el desierto", comentó.

La investigadora recordó que la OMS recomienda reforzar las otras medidas de prevención para evitar contagios, como el distanciamiento. Algo que el país aplica a contramano de lo que se aplica en otras partes del mundo.

La Dra. De Luca plantea que la virtualización de la enseñanza debe nacionalizarse. En términos pedagógicos, opina que es mejor una buena organización del trabajo virtual con la perspectiva de sostenerlo, que ir modificando sobre la marcha y alternando un esquema de presencialidad en burbujas que se mostró altamente deficiente (esto también desde los aprendizajes). Asegura que la educación virtual puede funcionar en la pandemia, pero el gobierno debe destinar recursos.

"El Estado debe garantizar los dispositivos y la conectividad para que las familias puedan sostener el proceso educativo y además entender que un aula con 30 estudiantes en forma presencial con cientos de miles de docentes desocupados en el país que podrían haber sido contratados para apuntalar el proceso pedagógico", remarcó.

En esa línea, De Luca indicó que la administración de la pandemia debe mirarse desde una perspectiva que considere los riesgos. "Lo que está pasando en las escuelas es que al irse rompiendo las burbujas, lo que genera que se pierdan las clases, algo que el Gobierno no nos dice", sostuvo.

Por último, señaló que el Estado no garantiza las herramientas técnicas y humanas para sostener un proceso virtual, el acompañamiento digital no habría sido un problema.