A cuatro años de su adiós, Fabriciano sigue vivo en cada escultura

Fabriciano no fue solo un escultor: fue un sembrador de belleza. Con convicción, transformó a Resistencia en un museo al aire libre único en el país, donde más de 600 esculturas dialogan con la vida cotidiana. Su mayor legado, la Bienal Internacional de Escultura del Chaco, trascendió fronteras y puso al Chaco en el mapa cultural del mundo.

El recuerdo de Fabriciano no está únicamente en los premios que obtuvo en Europa, Asia o América, ni en las distinciones nacionales que lo reconocieron como Ciudadano Ilustre, Maestro y Doctor Honoris Causa. Está, sobre todo, en el gesto de cada vecino que cuida cada una de las obras emplazadas en la ciudad, como quien agradece en silencio a quien regaló arte y dignidad a su tierra.

Desde su partida, el Espacio de los Escultores "Fabriciano Gómez" en el Parque 2 de Febrero y la escultura hiperrealista inaugurada en la Casa de las Culturas mantienen viva su presencia física. Pero lo más profundo de su legado se respira en la memoria afectiva de un pueblo que lo sigue nombrando con cariño, como “Fabriciano”, a secas, sin necesidad de títulos ni distancias.

En este aniversario, artistas, instituciones y vecinos de Resistencia lo recuerdan como cada día. Fabriciano no solo dejó obras, sino también una manera de entender el arte como bien común, como encuentro y como identidad colectiva. A cuatro años de su partida, Resistencia lo sigue honrando, y su legado permanece grabado en cada rincón de la ciudad.