El consumo de carne vacuna en nuestro país cayó un 17,5%

La Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (CICCRA) informó que el consumo de carne vacuna registró su nivel más bajo en los últimos 30 años, con una notable disminución respecto al mismo período del año pasado.

En el primer cuatrimestre de 2024, el consumo de carne vacuna en Argentina experimentó una drástica caída del 17,5% en comparación con el mismo periodo de 2023. Este descenso representa el peor registro de las últimas tres décadas, según el informe publicado por la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (CICCRA).

El relevamiento de CICCRA indicó que "el consumo aparente de carne vacuna habría totalizado 663,4 mil toneladas res con hueso (tn r/c/h)" entre enero y abril de 2024. Esta cifra representa una reducción de 141,1 toneladas en comparación con los primeros cuatro meses del año pasado. Asimismo, el informe destaca que "el consumo aparente de carne vacuna por habitante habría sido equivalente a 42,4 kilos/año en el primer cuatrimestre de 2024, resultando 18,5% menor al registrado en igual lapso de 2023".

El informe también señala que la tendencia a la baja se mantuvo constante, reflejando una caída histórica que no se había observado en las últimas tres décadas. Este fenómeno se atribuye, en parte, a la variación de precios en un contexto de alta inflación, que ha afectado el poder adquisitivo de los consumidores.

Durante abril, el costo promedio de las ‘carnes y derivados’ se ubicó entre los productos con menor incremento, con una suba del 4,9%. El valor promedio de los cortes vacunos relevados por el INDEC aumentó un 4,7% respecto a marzo. En contraste, el precio del pollo se incrementó en un 8,2% en el mismo mes.

En términos interanuales, el precio promedio de los cortes vacunos que mide el INDEC registró un alza del 284,3%, con variaciones significativas según el tipo de corte. La carne picada común experimentó un incremento máximo del 304,8%, mientras que el asado subió un 265,7%. Estas subas estuvieron por debajo del aumento del precio de la hacienda en pie, que fue del 321,8% anual, y de la evolución del nivel general de precios al consumidor, que alcanzó el 292,2%.

Desde CICCRA explicaron que la incapacidad de las carnicerías para trasladar todas estas subas de costos de manera inmediata a los consumidores fue un factor clave. «La fortísima caída que verificó el poder adquisitivo de los asalariados en el último año, especialmente de los ocupados en el sector público y de los informales en el sector privado, impidió una mayor contracción del consumo interno de carne vacuna», detallaron.