Esta semana, continuarán los alegatos por la muerte de Leandro Bravo

En la Cámara del Crimen de Charata se realiza el juicio contra los cuatro policías acusados de tortura seguida de muerte de Leandro Bravo, que tenía 37 años, era empleado judicial y le faltaban pocas materias para recibirse de abogado. La muerte ocurrió el 26 de febrero de 2022, tras ser detenido.

El oficial subayudante Alexis Fleitas Noguera, el cabo Franco Sosa y el agente Carlos Díaz enfrentan cargos de tortura seguida de muerte, lo que podría resultar en una condena de prisión perpetua si son hallados culpables. Además, a Fleitas Noguera se le imputa un delito adicional: falsedad ideológica. El cuarto involucrado, Enzo Gómez, está señalado como partícipe necesario en la tortura y también podría enfrentar una pena similar.

El juicio se realiza en el Salón de Usos Múltiples (SUM) del Poder Judicial bajo un fuerte operativo de seguridad dentro y fuera del edificio. Las chicanas y los cruces son parte de las audiencias que tendrán sus alegatos el miércoles próximo a pedido de la fiscal para poder leer el expediente con más tiempo.

El tribunal estará conformado por el juez Juan Carlos Clauster y sus colegas Lorena Cimbaro Canella y Sergio Benito.

En la parte acusatoria intervendrán la fiscal adjunta de Derechos Humanos de Sáenz Peña, Silvia Slusar, y Silvana Rinaldis, fiscal de Cámara.

El abogado querellante es Jorge Ferronato, apoyado por el Comité para la Prevención de la Tortura. Los acusados son defendidos por Juan José Bogado, César Luis Collado, Sebastián Quintana, Leandro Fioravanti, Justo Mencia y Sol Zárate. Collado ha tenido varios roces con las querellas al poner en dudas la autopsia realizada por la forense Virginia Creimer, perito de parte incorporada por el Comité para la Prevención de la Tortura.

Con una argumentación repetida anteriormente en distintos estados de la causa y rechazada por el Juzgado de Garantías, volvió a cuestionar los honorarios que se le pagaron y la idoneidad de la misma. Cuando pensó que el micrófono no iba a tomarlo, en la sala, se lo escuchó lanzar "Creimer trucha, trucha". Lo concreto es que a lo largo de tres jornadas dos testigos comprometieron a los policías, afirmando que a Bravo "lo tiraron en la camioneta como una bolsa de papas".

El miércoles 23, se reanudará con la lectura de los alegatos y fijación de la fecha de la sentencia que podría derivar en la prisión perpetua para los policías que tuvieron prisión preventiva pero ante el vencimiento de los plazos fueron puestos en libertad, acontecimiento que fue destacado por el jefe de la Policía del Chaco, Fernando Romero, quien unos días antes había visitado a los policías detenidos.