El abogado penalista Dr. Juan Arregín analizó el avance de la investigación y destacó que el crimen fue caratulado como femicidio con doble agravante. Además, explicó el rol de la autopsia psicológica y las pericias clave que podrían reforzar la acusación contra el principal sospechoso.
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El brutal asesinato de Sol Gómez Montiel, la adolescente de 14 años hallada sin vida en el barrio Aipo de Fontana, sigue conmocionando a la comunidad chaqueña. El principal sospechoso es Benjamín Castillo, un joven de 18 años y vecino de la víctima, quien fue detenido poco después del hallazgo del cuerpo. Según la investigación preliminar, Sol habría salido de su casa para ir a un kiosco cuando fue abordada y llevada hasta la vivienda de Castillo, ubicada a solo cuatro cuadras de la suya.
Una investigación que avanza con certezas
El abogado penalista Juan Arregín, afirmó que la causa presenta "elementos básicos" para su esclarecimiento. "Tenemos el cuerpo sin vida de la víctima, pruebas recolectadas en el lugar y al presunto autor ya imputado", indicó.
Castillo fue acusado de femicidio con doble agravante por ensañamiento y alevosía. "Esto brinda certezas a la familia en el sentido de que se está trabajando y que podemos resolver esto con mediana facilidad", sostuvo el letrado.
De homicidio simple a femicidio
En un primer momento, la causa había sido caratulada como homicidio simple, lo que implicaba una pena de 8 a 25 años. Sin embargo, desde la Procuración General se reorientó la imputación para que se investigue como femicidio, lo que conlleva una pena de prisión perpetua.
"La decisión se tomó con perspectiva de género, entendiendo que Sol, además de ser mujer, era menor de edad, lo que la colocaba en una doble situación de vulnerabilidad", explicó Arregín.
Castillo se negó a declarar en su indagatoria, haciendo uso de su derecho a abstenerse. "Técnicamente, aún no ha brindado su versión de los hechos", confirmó Arregín.
Mientras tanto, la fiscalía continúa reuniendo pruebas. Se incautaron los teléfonos celulares de la víctima y del acusado, los cuales serán peritados para determinar si existía algún tipo de comunicación previa entre ambos. "En criminología, actualmente se trabaja con autopsias psicológicas, reconstruyendo el perfil de la víctima a partir de sus publicaciones y redes sociales", explicó el abogado. "Es fundamental que la imputación sea correcta, para evitar futuras nulidades o intentos de eximición de responsabilidad", concluyó Arregín.
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