Libertad Digital
La Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró recientemente una emergencia de salud pública de alcance internacional debido al brote de mpox, anteriormente conocido como viruela del mono , que se originó en la República Democrática del Congo (CDC) y comenzó a afectar a países vecinos como Uganda, Ruanda, Burundi y Kenia.
Esta es la segunda vez en dos años que la OMS toma una medida de este tipo, después de que la propagación inicial de la enfermedad en mayo del año pasado fuera controlada.
En Argentina, la situación se mantiene bajo control, con un número limitado de casos confirmados. Según el Boletín Epidemiológico Nacional (BEN), desde la primera semana del año hasta la semana 31, se registraron cinco casos confirmados de mpox de un total de 39 notificados, de los cuales 24 fueron descartados y 10 permanecen en estudio.
Afortunadamente, no se reportaron muertes en el país durante este año. En las últimas cuatro semanas, tres de estos casos fueron confirmados, correspondientes a las semanas 30 y 31.
Los datos revelan que la mediana de edad de los casos confirmados es de 34 años, con un rango de entre 23 y 38 años. La mayoría de los casos corresponden a hombres, y las provincias afectadas son Buenos Aires, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Santa Fe y Río Negro.
El brote de Mpox en Argentina no es nuevo; el primer caso fue confirmado en la semana 21 del año 2022, durante el cual se reportaron 1.025 casos y dos fallecimientos. En 2023, el número de casos confirmados disminuyó a 124, con el último caso registrado en la semana 52.
Este año, el país había logrado mantenerse sin nuevos casos hasta la semana 27, pero desde entonces se han confirmado cinco nuevos casos. Tres de ellos tienen antecedentes de viaje o contacto con viajeros, uno no presenta antecedentes conocidos, y el último se encuentra bajo investigación epidemiológica.
Los síntomas característicos de la mpox incluyen exantemas vesiculares que pueden aparecer en diversas localizaciones del cuerpo, como los genitales, perianales, manos y torso, acompañados de fiebre y mialgias. Según el Boletín Epidemiológico, "actualmente, la principal medida de salud pública para interrumpir la transmisión de la enfermedad es la identificación efectiva de casos, implementando medidas de aislamiento, y el rastreo de contactos para su seguimiento y eventual aislamiento en caso de desarrollar síntomas".
A nivel global, la OMS destacó que los brotes actuales no se deben a la circulación de una única variante del virus, como sucedió hace dos años cuando la transmisión era predominantemente por vía sexual, sino a la propagación de múltiples variantes con diferentes niveles de riesgo y contagio.
El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, subrayó la gravedad de la situación en la República Democrática del Congo y expresó su preocupación por la expansión de la enfermedad a países que anteriormente no habían registrado casos. La organización instó a la comunidad internacional a redoblar los esfuerzos para contener la propagación del virus y evitar que se convierta en una crisis sanitaria global.
En Argentina, se consideran casos sospechosos aquellos que presenten un exantema característico sin una etiología definida, así como otros síntomas como ser:
- Fiebre
- Linfoadenopatía
- Astenia
- Cefalea
- Mialgia
- Dolor lumbar
Además, es fundamental tener en cuenta los antecedentes epidemiológicos de contacto con casos sospechosos o confirmados dentro de los 21 días previos al inicio de los síntomas.
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