ACLYSA advierte: "Si se frena el financiamiento, quebramos"

“La medicina privada del Chaco funciona casi en un 80% con la obra social provincial. Todo lo que sucede en la provincia repercute de manera directa en nuestro financiamiento y en la posibilidad de sostener los servicios”, señaló Frangioli.

Según explicó, el resto de las obras sociales sindicales y prepagas tienen una incidencia mínima: apenas un 3 o 4% de la facturación global del sector. Esta concentración provoca que cualquier ajuste en los pagos de INSSSEP afecte de inmediato la operatividad de clínicas y sanatorios.

Desenganche y atraso en los pagos

Frangioli recordó que hasta septiembre de 2024 los incrementos en los aranceles estaban atados a los aumentos salariales del personal público. Sin embargo, ese mecanismo se interrumpió.

“Desde septiembre hasta hoy solo recibimos dos incrementos del 6%, cuando la inflación superó el 45%. Nuestros costos suben todos los meses, pero los valores que cobramos están congelados”, afirmó.

“El 85% de los ingresos de la provincia se destinan a salarios. Nosotros estamos en el 15% restante junto con medicamentos, insumos, combustible y otros gastos. Si se frena de golpe ese financiamiento, quebramos”, advirtió.

Efectos: derivaciones, plus y falta de especialistas

La crisis económica ya provoca distorsiones en el sistema privado. Frangioli reconoció que, ante la falta de recursos, algunos profesionales cobran plus médicos, lo que empuja a pacientes sin capacidad de pago hacia el sistema público.

Otro problema creciente es la dificultad para sostener honorarios competitivos que retengan a especialistas clave.

“Hoy es muy difícil conseguir pediatras un fin de semana si no es en un hospital público. También hubo conflictos con anestesistas, que dejaron de trabajar durante 15 días, lo que obligó a derivar o postergar cirugías”, relató.

En algunas ciudades y especialidades, directamente no hay cobertura privada, lo que obliga a derivar casos al sistema estatal.

Evitar el colapso

Pese a la gravedad de la situación, Frangioli descartó que la salud privada esté al borde del colapso, aunque reconoció que el riesgo existe si no se estabiliza el sector privado.

“No debemos generar más incertidumbre. Tenemos contacto permanente con el gobierno y con INSSSEP. A veces nos enojamos, pero nuestro deber es entender la situación y adaptarnos. Somos servidores públicos con capital privado; no podemos simplemente cambiar de rubro de un día para otro”, subrayó.

El dirigente recordó que esta problemática no es exclusiva del Chaco y que hay provincias que ya vivieron crisis similares, como Mendoza, donde muchos traumatólogos emigraron a Chile en busca de mejores ingresos. En el caso chaqueño, señaló que médicos jóvenes buscan alternativas laborales en el sur del país.

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