8M: ¿Cuál es el costo de menstruar?

"La crisis económica y sobre todo la brecha de desigualdad terminan afectando mucho más a las mujeres y sobre todo a quienes son pobres con una familia a cargo", comenzó diciendo.

Sobre la menstruación dijo que "es un costo que se debe afrontar todos los meses y no tenemos la opción de que no suceda, tenemos que solucionarlo de alguna manera. Hay quienes pueden elegir con qué métodos van a afrontar su período cada mes y hay quienes no tienen opción. Sucede en familias numerosas con más de una mujer en el hogar y en un crisis como la que atravesamos, uno tiene que ver dónde recorta gastos y muchas veces las mujeres terminamos poniendo en riesgo nuestra salud porque no pueden comprar toallitas".

En cuanto a la copa menstrual señaló que "sigue siendo para un nicho de la población porque hace falta muchas más difusión y educación para el sector que debe utilizarlo, pero eso tendría que ser una política de gobierno, algo que no caracteriza a la gestión actual".

Sobre el uso de toallitas y su impacto en el ambiente sostuvo que "más allá de la cuestión ambientalista, que por ahí puede llegar a importarle a un sector de la población o ser una política pública por parte del Estado, hay mujeres que ni siquiera piensan en eso. Siempre lo tomamos desde el lado de la urbanidad, pero en las zonas rurales el acceso al agua es distinto y esos son factores que influyen al momento de afrontar mes a mes la menstruación".

Y siguió: "Termina siendo quizás el mejor método al que podrían llegar a acceder, pero esto también tiene un costo. Hubo una devaluación en diciembre y tenemos una inflación semana entre el 10 y el 15% esto impacta en al canasta de una familia, sobre todo cuando uno tiene que gestionar el consumo".

Además señaló que "en distintos puntos de la provincia del Chaco no llegan todos los productos y los precios son más altos. Si a eso sumamos que el nivel de ingresos es más bajo, hay una relación de asimetría en cómo las mujeres tienen que gestionar su menstruación en determinadas zonas de la provincia y las diferencias entre quienes viven en las zonas urbanas".

"También hay que tener en cuenta que en ocasiones el dolor imposibilita a las mujeres a que puedan continuar con el día a día y si no pueden comprarse toallitas, mucho menos podrán acceder a medicamentos porque es uno de los rubros que más subió en el último tiempo", añadió.

En cuanto a los métodos anticonceptivos precisó que "desde niñas nos inculcan que evitar un embarazo es cosa nuestra y así asumimos que las que tenemos que tomar las hormonas somos nosotras, que tenemos que estar pendientes de absolutamente todo y que también sea un tema tabú con los hombres".

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