Libertad Digital
A través de un posteo en Redes Sociales, el ex presidente del Concejo Municipal de Resistencia, expresó: "Que puedan realizar esta movilidad en el transporte público genera una mayor eficiencia en la circulación, ahorrando cientos de millones de pesos que se gastan en externalidades, tales como accidentes de tránsito producidos por el exceso de vehículos privados y motocicletas en la vía pública".
"La esquizofrénica política argentina determinó que el sistema funcionara dependiendo únicamente de los subsidios. La consecuencia de esto es predecible: los empresarios del transporte dejaron de atender los intereses y necesidades de los usuarios, abandonando la buena atención, el buen servicio, y la buena conectividad", continuó.
"Llegaron a tener el 90% del sistema subsidiado. El 60% de los usuarios de transporte público utilizan el sistema SUBE por ser estudiantes y docentes, es decir, boletos subsidiados", dijo.
"El sistema favorece la circulación de motocicletas. Familias enteras se movilizan en un sólo vehículo, incluso con niños, lo que conlleva un enorme riesgo de accidentes, un daño ambiental y un problema de tránsito que hoy en día se hace insostenible".
"La esquizofrénica política argentina no fue ajena en la provincia del Chaco ni en la ciudad de Resistencia. Primero se establecieron paradas nuevas respetando los recorridos antiguos, que tienen 40 años en la ciudad. Posteriormente se estableció un Plan de Movilidad. El municipio se propuso solucionar la temática. Desarrolló un diagnóstico y cinco ejes estratégicos alrededor del Plan Integral de Movilidad Urbana Sostenible", describió.
"Se propuso sacar un anillo y que los colectivos circulen solo por las avenidas. Las empresas, aliadas en aquel momento la gestión anterior, lograron que el anillo quede en un punto intermedio: a dos cuadras de la plaza, con lo cual dañaron todas las calles. Se implementó el plan de paradas seguras y el SITAM".
"Actualmente la nueva gestión volvió a instalar las paradas en la plaza, y a instalar los recorridos previos a la pandemia, que son trazados de hace 40 años, dejando a más de 100 barrios sin servicios".
"Esta esquizofrenia política de buscar excusas y echar las culpas a la anterior gestión, es algo que no solo la clase política debe aprender, sino también toda la sociedad, para no caer en el engaño de quienes realizan esta maniobra constantemente", dijo.
UNA SOLUCIÓN SOSTENIBLE
"Para lograr una solución sostenible, se requiere un plan de movilidad que vincule la intermodalidad. Que el usuario pueda estacionar su auto y que le resulte más cómodo tomarse un colectivo. Que pueda contar con ramales troncales, principales y barriales. Que pueda ir en bicicleta, y contar con un estacionamiento seguro. Que al tomar un colectivo pueda tener la garantía de que llegará a horario. Tener la seguridad de que no le van a robar en la plaza", expresó.
"Y sobre todo, que el sistema sea estable y pueda sostenerse por 10 o 20 años; tiempo que tomará asentar los cambios y solucionar definitivamente la problemática en la ciudad. Resistencia ha crecido exponencialmente, en principio de norte a sur y luego de noroeste a suroeste, y la conectividad de la misma es una demanda fundamental de la ciudadanía".
"Delegar el sistema de transporte del área metropolitana en empresas privadas sale aún más caro que si lo hiciera el propio Estado. El propio Estado podría adquirir los colectivos y derogar las licitaciones de estas empresas que no cumplen con el servicio. Empresas a las que el propio Estado les compra el colectivo, les paga subsidios tanto provinciales como nacionales, y les ayuda todos los meses a que sigan ganando", agregó.
"En definitiva, termina siendo mucho más económico y sostenible establecer un servicio estatal. Esto abriría un abanico de posibilidades: se pueden arbitrar los medios para que aquellos empleados estatales sin funciones obtengan un beneficio y que pasen a manejar los colectivos, con su correspondiente capacitación. A su vez, con la feminización del sector, se puede establecer como objetivo contratar el 50% de los choferes mujeres".
"La sostenibilidad del servicio no debe depender de un plan estatal, sino de convertirse en una alternativa real para la gente. Que el transporte público sea elegido por el buen servicio. No como sucede hoy en día, que conviene llenar el tanque de la moto para toda la semana, con todo el perjuicio, la exposición y el riesgo que eso conlleva para los vecinos y vecinas de la ciudad de Resistencia", finalizó.
Por: Agustín Romero
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