Alejandra Pizarnik, a 52 años de la muerte de la "última poeta maldita"
Cultura
Descargate la APP
Escuchanos desde tu celular

Alejandra Pizarnik, a 52 años de la muerte de la "última poeta maldita"

En la madrugada del 25 de septiembre de 1972, Pizarnik ingirió una sobredosis letal de Seconal sódico y falleció a los 36 años.


25/09/2023
 /  libertaddigital.com
 -  Cultura  /  Redacción: Nahuel Bustos Domecq

Libertad Digital

Libertad Digital

"No quiero ir nada más que hasta el fondo", fue el último rastro que Alejandra Pizarnik dejaría en su departamento en Buenos Aires, Argentina, antes de decidir terminar con su vida con una sobredosis de seconal sódico (un medicamento utilizado para tratar el insomnio) el 25 de septiembre de 1972. Una semana después su cuerpo sería encontrado.

Su poesía estuvo marcada por dos aspectos: su infancia en Buenos Aires, su ciudad natal, y su fascinación por la muerte, camino que ella misma eligió a la edad de 36 años.

A su auxilio acudió una amiga, que la llevó, ya sin vida, al Hospital Pirovano. La muerte, tantas veces mentada por ella, en su vida y en su obra, fue a su búsqueda bajo la forma del suicidio. Los amigos que, al día siguiente, la velaron en la sede de la Sociedad Argentina de Escritores se repetían, entre susurros, los unos a los otros: "Fue accidental, fue accidental".

Pero, más allá de conjeturas, poéticas y no tanto, ¿qué buscaba Alejandra Pizarnik con esos versos? La respuesta está, quizás, en lo que ella misma contestó a una pregunta similar en 1964: "Una escritura densa hasta lo intolerable, hasta la asfixia, pero hecha nada más que de vínculos sutiles que permiten la coexistencia inocente, sobre un mismo plano, del sujeto y el objeto, así como la supresión de las fronteras habituales que separan a yo, tú, él, nosotros, vosotros, ellos". No obstante, como advierte la crítica, "cada uno de sus poemas es una verdad" y sin ella "no podríamos vivir". "Escribió sin descanso desde los quince años por “fervor, fidelidad, devoción, seguridad de que allí está la vía de salvación”. De qué había que salvarse, no lo sabía, y acaso por eso escribía. Escribir poesía, ella lo supo muy bien, es una actividad peligrosa, uno se arriesga, arriesga su vida haciendo un poema".

 

3 poemas para recordar a Alejandra Pizarnik

Despedida

Mata su luz un fuego abandonado.
Sube su canto un pájaro enamorado.
Tantas criaturas ávidas en mi silencio
y esta pequeña lluvia que me acompaña.

 

La carencia

Yo no sé de pájaros,
no conozco la historia del fuego.
Pero creo que mi soledad debería tener alas.

 

Yo soy

 mis alas?

dos pétalos podridos

mi razón?

copitas de vino agrio

mi vida?

vacío bien pensado

mi cuerpo?

un tajo en la silla

mi vaivén?

un gong infantil

mi rostro?

un cero disimulado

mis ojos?

ah! trozos de infinito

 

 
En esta nota: #alejandra pizarnik

¿Qué opinas?

Los comentarios publicados son de exclusiva responsabilidad de sus autores y las consecuencias derivadas de ellos pueden ser pasibles de sanciones legales. Aquel usuario que incluya en sus mensajes algún comentario violatorio del reglamento será eliminado e inhabilitado para volver a comentar. Enviar un comentario implica la aceptación del Reglamento.