Peligro, after: “Sólo por ahora llegamos antes de la tragedia”

En la avenida Castelli, en una obra en construcción semi abandonada, cientos de chicos fueron asistidos por la guardia comunitaria, la policía y la propia jueza Gutiérrez para poder salir del lugar. Aunque todavía se está investigando, afirman que el organizador les negaba la salida. Más allá de las caso puntual, aparece una realidad que pone en riesgo a los más jóvenes.

“La fiesta empezó después de las 6 y pudieron salir a las 8.15 la primera tanda de chicos y chicas. En el lugar había colchones tirados, se comenta que había mujeres desnudas”, describió la jueza.

Aseguró que también “en el lugar había una pileta de natación llena, con menores y mayores, mucho exceso de alcohol”. “Los hechos que ocurrieron fueron grave. Sobre todo el hecho de tenerlos privados de libertad”, resaltó la magistrado.

Contó que el inmueble es un lugar paralizado por una cuestión judicial desde el año 2004. “Cuando llegó la guardia comunitaria, no los dejaban salir. Como no se pudo resolver vino la policía y luego me convocaron a mi”, contó.

En cambio, la jueza hizo foco en que esto no es un hecho aislado. “El fin de semana pasada en un quincho en Saavedra al 1800, se encontró lo mismo. La policía cierra las recepciones a la hora adecuada, y lo que hacen es irse en colectivo hasta otro lugar por 300 pesos a otra fiesta. Los precintos se vendían por Instagram”, relató.

“En redes sociales hay muchos anuncios de este tipo, de quintas en alquiler para los after”, afirmó Gutiérrez.

“Agradecemos que hasta ahora llegamos antes de la tragedia. Pero puede pasar en cualquier momento. Después lo que vemos son accidentes y problemas cotidianos”, sentenció.

La jueza se mostró consternada, habló de los problemas de adicciones