Día de las Altas Capacidades: una condición que el 15% de los niños tiene en las escuelas

Este 14 de marzo se conmemora el Día Internacional de las Altas Capacidades, fecha elegida para reflexionar y concientizar sobre esta condición que, según asegura la presidenta de la Asociación Altas Capacidades Argentina, Laura Díz, el 15% de los niños en escuela pública poseen.

"Es una neurodiversidad, se suele pensar que son mejores o que queremos vender una elite, y en realidad cuando un cerebro funciona distinto a la media o a lo esperable o a la manera en que se enseña comúnmente, si no reciben ayuda adecuada, no van a poder continuar. O sea, es tan grave como eso, y pensemos también que el 15% de los niños y adolescentes que cursan la escuela tienen altas capacidades, es una cantidad enorme. En los planes de estudio para cursar la carrera docente, los profesorados, no se incluye el tema de la alta capacidad. Entonces las familias o los profesionales van y reclamar a la escuela, y el docente no tiene cómo saber del tema tampoco. Es decir, es una temática que la tenemos nombrada en la Ley Nacional de Educación, en el artículo 93, hay muchas provincias que tienen leyes provinciales, como Chaco, que también tiene una ley provincial para la atención de las altas capacidades, pero no se pone en marcha la atención que tanto esperamos", explicó Díz.

Respecto a lo que se piensa sobre este tema, y lo que en realidad ocurre, Díz manifestó que "se asocia constantemente con la inteligencia, y esto es una capacidad, o sea, si yo tengo un vaso que está lleno hasta la mitad, le falta la otra mitad para llegar al máximo de su capacidad. Necesita ayuda, necesita que alguien venga y vierta esa información, esa motivación para que esté completo. Entonces más allá, entiendo que sí es una excusa y coincido, pero no quiero echarle la culpa a la escuela. Creo que hay un aparato funcionando que es la educación en general, y en muchos casos la escuela pública es la que más hace aún sin saber. Entonces tampoco haría una generalización, porque particularmente a mis hijos terminé mandándolos a una escuela pública. Yo vivo en Buenos Aires, pero no estoy en capital, estoy en la provincia. Y mis hijos han terminado en escuela pública porque consideramos, como familia, que no los excluía, que hacían todo lo que podían para seguir acompañándolos. Entonces también depende mucho de la voluntad. Lamentablemente nos encontramos con que se piensa que son inteligentes y no hay que acompañarlos, entonces qué ayuda van a necesitar. Y muchas veces también dependemos de la voluntad de docentes, de directivos, de equipos de orientación, de supervisores. O sea, va mucho más allá. Es tan complejo todo el aparato educativo que no está funcionando para este colectivo".

Detalles que dicen mucho: ¿a qué prestar atención?
Sobre lo que tanto padres como el entorno escolar y sanitario deben observar, indicó que "no es una generalidad, pero los varones suelen mostrarse más inquietos, disruptivos, esto no quiere decir que se porten mal, sino que pueden interrumpir en la clase porque siempre quieren participar. En cambio, las nenas suelen esconder sus capacidades para encajar socialmente. Entonces, la consulta de los papás siempre llega porque hay algo que les está haciendo ruido. Entonces, no siempre vamos a hablar de que son los mejores o se portan mejor que el resto, pero vamos a notar que algo está pasando para que ese chico se aburra, no la pase bien en la escuela, le quede mucho tiempo libre o tenga que esperar siempre a los compañeros y resuelva sin esforzarse, lo que hace también que la tolerancia y la frustración descienda mucho. Entonces, cuando le damos algo que es un poco más desafiante, se angustian porque no saben cómo afrontarlo. Y así siempre terminamos hablando de qué es lo que necesitan, más que de cuáles son sus capacidades. Pero realmente aprenden más rápido y con menor ayuda". 

Y agregó que "nos damos cuenta que aprenden cosas que nadie les enseña. Toman un poquito de un tema que escucharon en un lado y otro que escucharon en el otro y pueden armar conclusiones nuevas. Tienen una memoria que a veces es hasta fotográfica o recuerdan al dedillo diálogos de una película o detalles que nadie pudo darse cuenta y realmente vemos que algo es diferente en estos niños porque la cuestión no es compararlos con otros pero hasta que no llegan a la escuela los padres no nos damos cuenta que hay algo distinto en nuestros hijos. Para nosotros, todos los hijos son los mejores del mundo. Pero acá no hablamos de mejores, sino que hay cosas que no pasan en ellos, como que no quieran todo el tiempo jugar, a veces quieren leer, a veces quieren hacer experimentos, a veces quieren construir con bloques o armar Legos. Entonces vemos que se abstraen y que centran su atención de una manera inusual para la edad y ahí empezamos a ver que algo pasa. Y ahí es cuando se llega una consulta con un profesional".

"Hablando de niños, de bebés, pequeñitos, lo que podemos notar allí, en la primerísima infancia es una precocidad, o sea que alcancen hitos del desarrollo mucho antes de lo esperable, entonces pueden comenzar a emitir palabras y a unir a dos palabras entre los seis o nueve meses, pueden caminar precozmente, pueden aprender a escribir, a dibujar una letra, a saber que juntando dos letras o tres letras se busca el sonido para formar una palabra, empiezan a leer, empiezan a conocer los recorridos del auto para llegar a la casa de la abuela", destacó.

Algunas recomendaciones
"También empezamos a ver cosas que realmente no son esperables. O al año pueden andar en un triciclo y girar los pedales, cosa que es muy complicada, mantener el equilibrio, treparse con gran habilidad. No es solamente en un contenido académico, sino que empezamos a notar que están avanzados para lo esperable y para la edad. Ahí no nos hace tanto ruido porque pensamos que, tiene el primito que juega al fútbol y por eso patea con tanta habilidad o que lee porque tiene una hermana más grande. Cuando llega a la primaria es donde generalmente se hacen la mayor cantidad de consultas", detalló Laura Díz.

Además, expresó que "los padres en general no van a decir mi hijo es muy inteligente, sino algo raro pasa. O sea, parte de una preocupación porque cuando tu hijo lee, no vas al pediatra a decirle qué pasa que lee, pero el pediatra en los controles que hace suele darse cuenta que este niño pregunta para qué es el estetoscopio o el aparato para mirarme el oído y quiere saber cómo funciona o te empieza a contar cómo es el interior del oído y cuáles son los huesos que forma el oído. Entonces el pediatra es el primero al que poder preguntarle. La verdad es que se está corriendo bastante la voz, el tema está bastante en el radar. Entonces se suele consultar al pediatra y suelen tener una idea de qué se trata. Generalmente el pediatra manda a hacer una evaluación del desarrollo o una evaluación con una psicóloga, pero estaría bueno preguntar o contarle que como motivo de consulta tenemos sospechas de altas capacidades. Si los profesionales a los que acudimos no están con este tema, es posible que digan que son ideas de los padres o que esperemos, entonces lo bueno sería por lo pronto hacer una consulta a alguien que ya haya escuchado hablar de altas capacidades".

Por último, añadió que "el email para acceder a más información y realizar consultas es info@altascapacidades.org.ar. Hoy se conmemora el Día Internacional e invitamos a todos a usar una prenda amarilla que es la que inspira evolución, avance, curiosidad, originalidad, fortaleza y es una manera de visibilizar las altas capacidades".