Casi 7 de cada 10 chaqueños usan la tarjeta de crédito para llegar a fin de mes

La crisis del ingreso golpea con fuerza a los hogares chaqueños. Según un relevamiento realizado por Politikón Chaco en base a los microdatos de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del INDEC, el 69,5% de las familias del Gran Resistencia utiliza la tarjeta de crédito en cuotas para afrontar gastos esenciales. Esto incluye compras básicas como alimentos, artículos de limpieza o servicios, y no bienes durables como electrodomésticos o tecnología.

“Estamos hablando de un uso de la tarjeta en su peor versión: para subsistir. No es para renovar un televisor o una heladera, sino para poder comer o comprar lo necesario para el día a día”, advirtió Alejandro Pegoraro, director de la consultora.

Un salto de 12 puntos en un año

El dato es el más alto del Nordeste argentino: en Posadas el porcentaje es del 62% y en Corrientes del 48%. En el caso chaqueño, además, el aumento fue de casi 12 puntos porcentuales en un año, ya que en el mismo trimestre de 2024 el 57% de los hogares había declarado usar la tarjeta para estos fines.

“Esto refleja una situación clara de crisis de ingresos. Los hogares tienen que recurrir al financiamiento para cubrir gastos básicos porque los salarios no alcanzan”, detalló Pegoraro.

Tarjeta en cuotas: el síntoma de la falta de liquidez

El especialista explicó que el uso en cuotas marca que las familias ya piensan en un mediano plazo complicado. “Cuando alguien paga en cuotas el supermercado, no es porque planifica, sino porque sabe que el mes que viene también va a estar justo. Es una forma de estirar la plata”, señaló.

El problema, advirtió, es que esta estrategia se traduce en sobreendeudamiento y aumenta la mora en el sistema financiero. Según datos del Banco Central, entre los trabajadores formales del Chaco la morosidad en créditos creció del 1,8% al 4,8% en el último año.

Endeudamiento, pérdida de ahorros y ventas de bienes

El estudio también expone otras estrategias críticas de los hogares chaqueños para sostenerse:

• 14,8% de las familias debió usar ahorros para cubrir gastos básicos.
• 2% de los hogares reconoció haber vendido alguna pertenencia (como muebles o electrodomésticos) para conseguir liquidez.

“Es decir, no solo no hay posibilidad de ahorrar, sino que quienes lo habían hecho están usando ese dinero o incluso vendiendo cosas para poder vivir”, apuntó Pegoraro.

El combo chaqueño: salarios rezagados y servicios más caros

El director de Politikón Chaco explicó que el fenómeno está directamente vinculado con la pérdida de poder adquisitivo, la suba de tarifas y la falta de recomposición salarial.

“Hoy no alcanza con que los sueldos le ganen a la inflación. Los costos fijos del hogar —como alquileres o servicios— crecieron muy por encima del promedio, y eso dejó a la mayoría de los trabajadores sin margen”, dijo.

Además, sostuvo que la recuperación de la estabilidad familiar llevará tiempo, incluso si la economía mejora.

“Primero se necesitará recomponer el ingreso real, y recién después las familias podrán empezar a saldar las deudas que acumularon este año. La vuelta a la tranquilidad va a requerir de estabilidad sostenida”, advirtió.

 Una tendencia que preocupa

Finalmente, Pegoraro señaló que el uso de las tarjetas podría empezar a caer hacia fin de año, no por una mejora económica, sino porque los límites están agotados. “En algunas provincias ya se ve gente que directamente no puede usar más la tarjeta: está topada o bloqueada. Es un límite forzoso, no una mejora del ingreso”, remarcó.

El informe de Politikón Chaco deja así una radiografía clara: los hogares chaqueños dependen cada vez más del crédito para sobrevivir, y esa dependencia se está volviendo insostenible.