Semana de la Dulzura con gusto amargo: fuerte caída de ventas en kioscos chaqueños

“La verdad es que fueron semanas tremendamente malas para nosotros. Yo lo atribuyo, por un lado, a la situación general, y por otro, al frío extremo y a los días grises, con llovizna”, expresó. Si bien destacó que durante estos días se incrementa la venta de chocolates, explicó que la suba no alcanza para compensar la baja general en el consumo.

“Recibimos el grueso del chocolate recién ayer, y aunque algo se vendió, las ventas están muy bajas. Esta Semana de la Dulzura apenas ayuda a equilibrar un poco”, reconoció. Kraemer agregó que, a pesar de los esfuerzos por mantener precios accesibles, el contexto no acompaña. “El mercado no da para más”, sintetizó.

Caída en las bebidas y hábitos modificados

Kraemer señaló que uno de los rubros más afectados es el de las bebidas. “Nuestro fuerte son las bebidas, alcohólicas y no alcohólicas, pero con este frío bajó todo. Hasta el que tiene que tomar dos litros de agua por día, no pasa de medio litro”, ironizó. “No estamos acostumbrados al frío, nos acobachamos y no salimos a hacer nada”, agregó.

Aunque admitió que no cuenta con relevamientos formales, sí remarcó que “el descenso es notorio”. “Veníamos en baja por la situación económica, pero todavía era tolerable. Junio fue tremendo”, insistió.

Precios: estancados o sin explicación

Consultado sobre el comportamiento de los precios, Kraemer explicó que algunas bebidas, como las cervezas en lata, mantienen precios estables desde fines de 2023. “En algunos casos están incluso más baratos que en diciembre del año pasado”, destacó.

Sin embargo, fue crítico con otras empresas. “Las multinacionales de gaseosas no acompañan el esfuerzo del pueblo. De un mes a otro, aumentan un 15% sin justificación. En esos casos, directamente no compro. No convalido aumentos que no tienen relación con la inflación actual”, afirmó.

También mencionó que productos estacionales, como el helado, suelen estancarse en invierno y subir en verano. “Eso tiene más sentido. Lo que no tiene lógica es la remarcación brutal que hubo cuando se hablaba de un dólar a $1.500. Ya están cubiertos de cualquier inflación futura”, advirtió.

“Somos un país enfermo de inflación. En algún momento esto tiene que parar”, sentenció.

Servicios, energía y una matriz económica “inviable”

Kraemer expresó su preocupación por el impacto de las tarifas en los costos fijos del sector. “Los kioscos son electrodependientes. Si querés tener una bebida fría, necesitás variedad. Ya en marzo cortamos el aire acondicionado para ahorrar. Pero no podés vender mercadería caliente. Hacemos malabares para mantener refrigerados los chocolates y para que los chicos que atienden no sufran”, explicó.

En ese marco, criticó la falta de planificación energética en la provincia. “Escuché que un parque energético iba a abastecer a 300 mil hogares. Si hacés la cuenta, eso sería 1.200.000 personas, casi toda la población del Chaco. Pero seguimos sin tener energía suficiente. Algo no cierra”, cuestionó.

También se refirió al rol del Estado en la economía provincial: “El Estado absorbe más del 50% de la riqueza de nuestra provincia. No hablo de echar empleados, sino de un tema estratégico. Sin coparticipación, el Chaco no sobrevive. Hay que repensar la matriz productiva”.

Educación y falta de capacitación

Kraemer no dejó fuera su preocupación por la calidad educativa: “Hay chicos que salen del secundario sin saber hacer una carta de presentación o una redacción básica. Eso es grave. Necesitamos una población más preparada. Si no, vamos camino a una espiral negativa de la que no se puede salir”.

Finalmente, en tono distendido, Kraemer respondió cuánto cuesta regalar un chocolate: “Depende del amor que tengas —bromeó—. Un chocolate chiquito puede costar entre $3.500 y $4.000. Un block grande, más de $30.000. Todo depende del bolsillo”.

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