Libertad Digital
Claro que existen algunos problemas asociados a la mala alimentación y el estrés, que la medicina moderna todavía no puede resolver, por lo que mejor será tratar de mantener una buena dieta, una rutina de ejercicio diario y así evitarnos problemas mayores. Es que en definitiva podemos trazar un paralelismo entre nuestro organismo y el funcionamiento de un motor, ya que si ponemos nafta de mala calidad, poco o bien otro tipo de combustible que no sea el que requiera, probablemente lo dañemos.
Algo similar sucede con el organismo, mientras mejor sea la calidad de nuestra alimentación, mejor funcionará, incluso en esos momentos de mucho estrés que lamentablemente sea por nuestra rutina o bien por otras situaciones, no podemos evitar. Entonces, “mejor prevenir que lamentar” reza el dicho y la verdad que tiene mucho sentido, ya que en gran medida las complicaciones de una mala alimentación pueden ser crónicas.
En pos de un mejor mañana
Es que además, numerosas investigaciones señalan que los beneficios a largo plazo de combinar buenos alimentos con una rutina de ejercicio de al menos 20 minutos o más por día, serán incomparables con otro tipo de tratamientos. Sobre todo si sumamos algo de sol (al menos 10 minutos al día) para la vitamina D, y entonces nuestro organismo estará en su mejor momento. Veamos algunos puntos que podemos tener en cuenta a la hora de alimentarnos para vivir mejor:
Siempre tener comida saludable en casa:
Una de las mejores formas de no tentarnos con comida chatarra de muy bajo poder nutritivo pero si muy alta en calorías, es tener algo saludable como frutas o vegetales, que si no tenemos ahora podemos pedir a través del delivery de supermercado Día y recibirlo en el mismo día.
Hacerse un paquete de frutas para llevar al trabajo:
Para evitarnos comer productos que podrían dañar nuestra salud, mejor tener a mano un paquete con varias frutas para ir consumiendo a lo largo del día. Es que en términos nutritivos, por ejemplo una manzana aporta muchísimo más que un alfajor o cualquier otra cosa que podamos comprar en un kiosco.
Preparar comida saludable en grandes cantidades:
El freezer es un gran aliado a la hora de comer bien, podemos preparar la olla más grande que tengamos y congelar en porciones individuales o familiares, para siempre tener algo saludable para comer, incluso si no se tienen ganas de cocinar. Es tan simple como abrir el freezer y descongelar algo.
Cocinar sencillo y nutritivo:
Algunos platos como las sopas son muy fáciles de hacer y contarán con una buena cantidad de vegetales, lo que las hará tremendamente nutritivas, en particular si le sumamos algún corte de carne magro como puede ser el pollo.
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