Delegar, pedir ayuda y poner límites: claves para transitar la maternidad y paternidad

“Algo que siempre me gusta destacar es que hasta lo lindo es agotador. Si me paso un día entero en un parque de diversiones, la puedo haber pasado genial, pero al final termino destruida. Con la maternidad o la paternidad pasa lo mismo: puedo amar a mis hijos, desear haberlos tenido, pero eso no anula el hecho de que me canse”, señaló.

Betjan remarcó que no existe un momento perfecto para decidir ser padres: “Nunca estamos 100% listos para algo, menos para la paternidad y la maternidad, que es algo que vas aprendiendo en el mientras tanto”. Según la especialista, cada hijo vive experiencias distintas con sus padres, porque ellos mismos van cambiando con cada crianza.

Sacrificios y duelos necesarios

La psicóloga subrayó que ser madre o padre implica “resignar mucho” y aceptar ciertos duelos. “Una vez que somos madres o padres, lo somos siempre. Eso no significa descuidar los espacios personales o de pareja, pero sí asumir que hay un rol que cambia para siempre”, advirtió.

En ese sentido, advirtió sobre la falsa idea de que tener un hijo puede salvar una relación: “Es un error pensar que traer un hijo va a rescatar a la pareja. Es justamente cuando más crisis pueden aparecer, porque los primeros años de crianza son agotadores”.

Expectativas realistas y errores inevitables

Betjan insistió en la importancia de revisar las expectativas: “Está la madre o padre que quiero ser versus el que realmente puedo ser. Esto es una tarea de 24 horas para toda la vida. Nos vamos a equivocar, y está bien. Pretender hacerlo perfecto genera más frustración que bienestar”.

Otro de los puntos abordados fue el peso de las opiniones ajenas en la crianza. “Alrededor siempre hay opinólogos: la abuela, la suegra, la madrina, la doctora… No se puede evitar. Lo importante es decidir a quién escuchar y a quién no. Y cuando alguien se vuelve muy intrusivo o te desautoriza, hay que poner límites: ‘te aprecio, pero de esta manera no’”, explicó.

Betjan aclaró que muchas veces lo que una madre necesita no son consejos, sino apoyo: “Cuando el bebé recién nació, la mujer está bajo un enorme estrés. A veces lo único que necesita es un abrazo o alguien que la escuche o la ayude, no una lista interminable de recomendaciones”.

La culpa y la sobreprotección

Consultada sobre la culpa que sienten los padres cuando algo les pasa a sus hijos, Betjan fue contundente: “Si yo misma, que controlo mi cuerpo, me golpeo o me equivoco, ¿Cómo voy a impedir que un niño que tiene su propia voluntad no se golpee nunca? No somos guardias de seguridad. Y es necesario que los chicos también se equivoquen, que se golpeen. La sobreprotección termina transmitiendo un mensaje contrario al que queremos dar”.

En esa línea, destacó que pedir perdón cuando los adultos se equivocan es fundamental: “El mayor error no es equivocarse, sino no pedir perdón. Al reconocer nuestra falibilidad, también les enseñamos a nuestros hijos que equivocarse es parte de la vida”.

Desigualdades de género en la crianza

Betjan también abordó la desigual distribución de las tareas de crianza. “Hoy en día, tanto hombres como mujeres trabajan fuera de casa, pero la carga mental de las tareas del hogar y la escolaridad sigue recayendo mayoritariamente en las madres”, señaló.

En este punto, llamó a las mujeres a aprender a delegar de manera real: “No sirve decir ‘vos te encargás de esto’ y después resolverlo igual porque el otro se olvidó. Hay que soltar y dejar que sea su responsabilidad”.

Finalmente, Betjan dejó un mensaje para los varones: “Presten atención a las cargas invisibles. Muchas veces no se dan cuenta del peso que llevan las madres. Es necesario repartir, aprender a poner límites y construir vínculos más equilibrados”.

Mirá la entrevista completa.