Más de 5.000 motos y 600 autos esperan ser compactados en el depósito municipal de Resistencia

Una medida esperada

La Municipalidad de Resistencia puso en marcha por primera vez la compactación de vehículos que llevan más de seis meses en el corralón municipal. La iniciativa, respaldada por una ordenanza sancionada hace años pero nunca ejecutada, apunta a dar una respuesta rápida y definitiva al colapso del depósito.

“Es una decisión política firme del intendente. La compactación es la salida más rápida, más efectiva y evita que vehículos inseguros vuelvan a la vía pública”, sostuvo Darío Sardi.

Primera etapa: 1.300 motos

En esta primera instancia se compactarán 1.300 motocicletas, muchas de ellas con más de diez años de antigüedad, sepultadas entre malezas y en estado de abandono. Hasta la fecha ya se procesaron unas 300 unidades y se espera culminar la etapa inicial en los próximos días.

El plan contempla un contrato de 500 toneladas de compactación, lo que permitirá avanzar luego con autos, camionetas y otros vehículos retenidos.

Más de 5.000 motos y 600 autos en lista de espera

Sardi adelantó que la tarea recién comienza: aún restan por compactar unas 5.200 motos y alrededor de 600 autos. “El alivio de espacio es fundamental para que el corralón pueda seguir funcionando y para que el municipio pueda continuar con los operativos de control sin saturar el depósito”, explicó.

Por qué no se retiran los vehículos

Según el subsecretario de Tránsito, los motivos por los cuales los dueños no recuperan sus vehículos son diversos:

• Falta de interés por el estado del rodado.
• Problemas de documentación, especialmente en motos compradas sin papeles en regla.
• Multas acumuladas que en algunos casos superan el valor del propio vehículo.

“Hay motos de buena calidad que nunca fueron retiradas porque sus dueños no pudieron regularizar la documentación o porque la multa resultaba más cara que comprar una nueva”, detalló Sardi.

De los remates a la compactación

Hasta ahora, el destino de los vehículos secuestrados solía ser el remate, un proceso largo y complejo que implicaba bajas registrales y reinscripciones. La compactación, en cambio, elimina de raíz el problema. “Con el remate devolvemos a la calle vehículos que ya habían sido retirados por cuestiones de seguridad. Con la compactación, esa situación se evita”, subrayó Sardi.

Controles y secuestros: un cambio de criterio

El funcionario reconoció que en otros años los operativos llegaban a secuestrar más de 100 motos en pocas horas. Hoy, la estrategia es distinta: controles más focalizados, con menos cantidad de secuestros pero más efectivos.

“Los grandes operativos servían como impacto social, pero en la práctica no daban resultados duraderos. Ahora preferimos intervenciones puntuales, de 5 o 6 motos, atacando infracciones específicas”, afirmó.

Lo que viene

El municipio seguirá adelante con la compactación hasta liberar el espacio del corralón y regularizar la situación de miles de vehículos retenidos. “Tenemos mucho trabajo por delante, pero este es un paso histórico que marca un antes y un después en la gestión del tránsito en Resistencia”, concluyó Sardi.

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