Crítica sobre prácticas urbanísticas y el cambio climático

"Nos parece oportuno reflexionar sobre nuestras propias prácticas en el día del urbanismo, como profesionales pero también pensando en la cotidianeidad. Pensar qué estamos haciendo en la ciudad frente a estos síntomas que para nosotros no son nuevos, porque en ésta región siempre tuvimos extremos de temperatura, pero todavía no hemos podido convivir de una forma racional con este clima. Tenemos que ser conscientes de que esto se va a ir agudizando cada vez más" adelantó Alcalá. 

"Sin embargo, si observamos la manera en la que se va construyendo nuestra ciudad, podemos notar que estamos menos preparados. Me refiero a la cantidad de calles pavimentadas sin suficiente solución de desagües fluviales, sin haber plantado árboles, etc. Para nosotros, el verde es fundamental, tanto para controlar las temperaturas como para controlar los excedentes de agua de lluvia. Lo mismo sucede en los espacios públicos, pareciera que solo es progreso cuando se ponen veredas o bancos de hormigón, y es todo lo contrario. Deberíamos cuidar celosamente los espacios verdes que tenemos" manifestó. 

"Lo que pude observar de la Plaza es que perdimos un número importante de árboles que no fueron repuestos. ¿Cuánto le costó a la ciudad esa obra en términos ambientales?".

Respecto a cómo repercuten las decisiones en materia urbanística, puntualizó: "Si analizamos las normativas, tanto de Resistencia como de Corrientes, identificamos que cada vez se permite construir más y dejar menos espacios libres. Esto va a contribuir a incrementar las llamadas ‘Islas de Calor’. Deberíamos preguntarnos: ¿cómo nuestras ciudades podrían consumir menos energía? Las nuevas construcciones dependen fundamentalmente de la energía eléctrica y tenemos que pensar en un tipo de arquitectura que se independice de ella".

"Es cierto que a nivel político no hay voluntad de avanzar en políticas ambientales para la ciudad, pero también es verdad que tampoco hay un reclamo serio de nuestra parte".

En cuanto a la situación de emergencia que está atravesando la región respecto a la crecida del río y las consecuentes inundaciónes, la investigadora manifestó que "lo que primero tenemos que pensar es dónde construimos las viviendas, incluso la misma sociedad demanda avanzar en proyectos dentro de áreas bajas cuando deberíamos dejar esos espacios para las fluctuaciones. No debemos ocupar áreas inundables".