Costumbres argentinas: familias de Mburucuyá reavivaron la tradición de los "carnavales de agua"

"Lunes y martes se jugó bastante. Es una tradición que viene hace mucho, tengo cincuenta años y desde pequeño que se jugó. Mis hijas se encuentran estudiando en Corrientes Capital, siendo algo grandes ya, y las busco para jugar. Con un grupo de amigos nos organizamos porque se sale con camioneta, hay gente que se junta en las esquinas y ahí comienzan a tirarse baldazos de agua", contó Benito Lentijo.

Munidos de centenares de las conocidas "chupitas", globos llenos de agua, muchas familias reavivaron la tradición de jugar al carnaval. Dicha actividad consiste en mojar al otro utilizando tanto baldes como jarras, vasos, chupitas, entre otros. La regla general es divertirse y aprovechar para refrescarse mientras se comparte un momento donde no falta las mañas para empapar a los demás.

El carnaval de agua es una tradición que fue perdiéndose con el correr del tiempo. Hace algunas décadas atrás era común ver a niños, jóvenes y adultos corretear por las calles con baldes para mojar a otros. Pero lo cierto es que existen lugares donde esa costumbre no se perdió y forma parte de las costumbres en algunos puntos del Norte argentino. 

Auto, camioneta o una moto con un pequeño remolque fueron algunas de las opciones utilizadas para los que salieron a buscar víctimas, a puro baldazo. 

En Mburucuyá, los vecinos aprovecharon, como es habitual, el feriado de carnaval para jugar con agua. No solo las familias en sus casas y con sus vecinos, sino saliendo a recorrer las calles en vehículos de todo tipo, armados por supuesto con baldes de agua o chupitas. 

¡Escuchá la nota completa!