Encuesta sobre gestión menstrual: "Al año, una mujer gasta $8.500 y esto la ubica en una situación de desigualdad"

"Por un lado, lo que buscamos con la encuesta es tener información más precisa acerca de la situación que atraviesa por lo menos una porción de las 300.000 personas que habitan la Provincia del Chaco y menstruan. Siempre pensamos que las políticas públicas tienen que darse en función a un diagnóstico previo y por ello necesitamos información. Por otro lado, también buscamos que se visibilice y forme parte de la agenda pública la gestión menstrual para avanzar en la erradicación de los tabúes que hay alrededor de la menstruación", comentó Iara Tejeda Martínez.

La funcionaria provincial se refirió así a la encuesta para relevar información sobre gestión menstrual que impulsa la actual gestión con el objetivo de establecer políticas públicas al respecto. 

“Sabemos que la menstruación constituye un factor de desigualdad social y un gasto que no es optativo. Los productos de gestión menstrual representan un costo para las mujeres y personas menstruantes que son, a su vez, la porción de la sociedad que menos gana, con mayores niveles de precarización laboral y desempleo”, manifestó.

Se estima que en 2022 los gastos anuales para menstruar ascienden a $8.580 en toallitas o $7.150 si se accede a precios cuidados, y $6.864 en tampones. En tanto, se proyecta que durante 2023 una persona menstruante tendrá un gasto superior a $13.000, afectando mayormente las economías de hogares de menores ingresos. En estos sectores se acentúan las brechas de género, presentando dificultades en la satisfacción de necesidades básicas como también en el acceso a los productos de gestión menstrual que resultan necesarios durante un período extenso de la vida, que va desde la adolescencia hasta los 40 años en promedio.

En este contexto se invita a mujeres y personas menstruantes a responder el formulario que no requiere datos personales más que la edad y la localidad de residencia, las preguntas giran en torno al acceso a la información, la atención en salud y la posibilidad económica de costear productos de gestión menstrual. 

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