Sameep advierte sobre el impacto económico y sanitario del desperdicio de agua

Diez insistió en que producir agua potable es costoso y depende de insumos importados atados al dólar. “Potabilizar agua sale muy caro. Por eso pedimos cuidarla: no usarla para lavar veredas, autos o piletas. Quien tiene pileta deberá pagar lo que corresponde”, señaló.

Sameep ya adquirió 18.000 medidores que serán instalados en puntos estratégicos para un uso más justo y responsable del recurso.

Control de calidad y seguridad

El funcionario explicó que el agua se controla “desde su ingreso del Paraná o el Riacho Barranqueras, durante todo el proceso de potabilización y en las cisternas del Gran Resistencia”. Advirtió sobre el peligro de las conexiones clandestinas: “Cuando alguien perfora un acueducto e instala una manguera, no sabemos qué contaminantes pueden ingresar. Eso es un hurto y lo denunciamos, porque puede traer consecuencias nefastas para la población”.

Tarifa social y regularización

Diez destacó que Sameep trabaja en la regularización de conexiones informales mediante la tarifa social: “Al transformarse en clientes, las familias reciben una factura y se convierten en sujetos de crédito. Eso les permite acceder a financiamiento en bancos o comercios”.