Crisis en las ventas de supermercados: "Ajustamos lo máximo que podemos, y dentro de eso está el personal"

La tendencia negativa genera preocupación en el sector. Este descenso se suma a la tendencia negativa observada en los últimos meses, donde el consumo masivo ha mostrado una contracción sostenida. En agosto, las ventas ya habían caído un 17,9%, y el acumulado del año se ubicaba en torno al 11,9%. Esta situación genera preocupación en el sector, ya que el consumo es un indicador clave de la salud de la economía.

“Creo que la situación es peor que lo que marcan los registros, porque la caída de las ventas que declara CAME está hecha en base a supermercados que informan, pero el resto de los supermercadistas pyme no están conectados a la Cámara Argentina”, dijo Simons, quien opinó que el número real de la caída debe ser del 25% de la facturación con la contraposición del “aumento terrible del costo de los servicios”.

En ese sentido, dijo que calculan que entre la factura que ha mandado SECHEEP de marzo y la de noviembre hay una diferencia del 184%. “Pagábamos facturas de 40 o 75 mil pesos y ahora vienen de 280 mil”.

“Lo que hacemos la mayoría es achicar gastos lo más que se puede, y dentro de ese ajuste está el personal. Ahora en los supermercados tanto orientales como argentinos se ven a tres o cuatro personas trabajando y a los dueños haciendo tareas o estando en la caja, y aun así no alcanza”.   

También advirtió que hay un atraso permanente en el pago de los servicios y los impuestos, todo parte de la recesión total que hay. “El supermercadista local sabe que necesita un millón de pesos mensuales para mantener a sus empleados, es una situación muy difícil”.

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