Este domingo Javier Milei presentó el Presupuesto 2025 en el Congreso de la Nación, donde durante 50 minutos recorrió el camino transitado hasta el momento, chicaneó a los opositores y delineó cuál es su proyecto de ingresos y gastos para el año entrante. En sus primeros minutos de alocución, el Presidente sentó las bases de lo que fue todo su discurso: "Venimos a ponerle un cepo al Estado".
"Será el primer año de superávit fiscal sin entrar en default de toda la historia", anunció en línea con su política económica desde la llegada a la Casa Rosada, después de afirmar: "Vengo a proponer un proyecto diametralmente distinto al que nos tienen acostumbrados, el más radical".
"Después de años donde la clase política vivió poniendo cepos a las libertades individuales, hoy venimos aquí a ponerle un cepo al Estado", precisó.
El mandatario libertario protagonizó un hecho inédito desde la restauración de la democracia, al hacerse presente él mismo para defender la meta central de su gestión: el déficit cero. Al explicar el motivo de su inusual presencia en un acto de este tipo, Milei aclaró por qué llevaba la "ley de leyes" al Parlamento, en lugar de dejarlo en manos del titular del Palacio de Hacienda: "Soy economista y estoy orgulloso de eso".
Se trató de la primera ocasión en la que un Presidente acudió al recinto para exponer los principales parámetros presupuestarios, normativa que contiene los ingresos y gastos previstos para su próximo año de gestión. "La piedra basal de este presupuesto es la primera verdad de una Administración Pública sana, una verdad que durante muchos años ha sido relegada en Argentina: el déficit cero", precisó.
En el marco de la cadena nacional que comenzó poco después de las 21, subrayó que el objetivo es "blindar" el equilibrio fiscal y agregó que el Ejecutivo es consciente de que "a más profundo el cambio, mayor tiene que ser el esfuerzo empeñado".
Según añadió Milei, se trata de una metodología que, "sin importar cuál sea el escenario económico" e "independientemente de qué ocurra con la economía a nivel macro, el resultado fiscal del sector público nacional estará equilibrado". Eso se logrará a través de "tres objetivos inéditos", como son: "blindar el equilibrio fiscal para siempre, terminando con el castigo de la deuda y la emisión"; "obligar al Estado a hacerse cargo y absorber los efectos de las perturbaciones en la economía"; y, en el momento en que "haya mejoras permanentes, como serán los años venideros", hacerle "devolver el exceso de recaudación a la sociedad a través de la reducción de impuestos".
Por otra parte, el Jefe de Estado disparó contra la oposición, a la que chicaneó a la hora de puntualizar en cuestiones de macroeconomía -mientras el público más afín a los libertarios cantaba "la casta tiene miedo"- y le recordó que seguirá en el mismo sendero que marcó el rechazo a la reforma jubilatoria: "Vetaremos todos los proyectos que atenten contra el equilibrio fiscal".
Asimismo, reiteró la idea con la que abrió su discurso y que es la base de sustentación de su política económica liberal: "No queremos las muletas del Estado, queremos vivir en libertad". "El político sabe perfectamente que cuando aumenta el gasto público le está poniendo plata en un bolsillo a la gente, para sacarle el doble por el otro", añadió y precisó: "Por esto vetamos el proyecto de aumento del gasto público que sancionó este Congreso; y por eso vetaremos todos los proyectos que atenten contra el equilibrio fiscal".
En otro tramo, se dirigió a los mandatarios provinciales, a los que exigió: "A los gobernadores les digo que cumplir el compromiso de bajar el gasto público consolidado a 25 puntos del PBI requiere que las provincias, en su conjunto, hagan un ajuste adicional de 60 mil millones de dólares. Nosotros ya hemos cumplido nuestra parte del acuerdo; ahora faltan ustedes".
En su presentación, que duró casi 50 minutos, Milei cerró sus palabras con un llamado a los legisladores: "La presente hora política nacional les ofrece dos opciones: o hacemos exactamente lo contrario a lo que venimos haciendo hace más de 100 años y nos dejamos de hundir; o seguimos haciendo lo mismo, dejamos todo como está, y mantenemos este sistema putrefacto que empobrece todos los días a los argentinos".
