Antes de ser asesinado de disparos a quemarropa en la cabeza, Carlos Castelán había vendido 15 terneros. Libertad Digital accedió al tramite que éste comenzó el viernes 21 del mes pasado, el correspondiente DTe en las oficinas del SENASA y el Certificado Policial.
Según datos aportados por la Federación Económica del Chaco (Fechaco), el lunes 24 el productor recibió en su domicilio a la policía. Allí, en el conocido como establecimiento “El 54”, ubicado a 300 metros del peaje de Makallé, los uniformados “constataron la venta y entrega de los 15 terneros”.
“Luego de haber transcurrido 24 horas, dos jóvenes armados irrumpen en su casa y le disparan a quemarropa en la cabeza. Guiándonos por los hechos acontecidos: ¿Es casualidad que haya ocurrido este trágico hecho? Si los informados de la transacción sólo eran las autoridades competentes en la materia, ¿cómo se explica el asalto en la vivienda de Castelán?, ¿la investigación siguió los pasos correspondientes?, ¿se tomaron los resguardos necesarios para conservar la escena del crimen? Son muchos las interrogantes que surgen y no tienen respuestas”, consideró la Fechado, que preside el yerno de Castelán, Sergio Lapez, en un comunicado.
Además el mismo sostiene que “hasta el día de la fecha, los familiares no recibieron respuesta alguna de la Justicia. Tampoco observan que la investigación arroje datos para dar con los homicidas y/o autores intelectuales del crimen”.
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