Sharenting: el peligro oculto de compartir fotos de los hijos en las redes sociales
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Sharenting: el peligro oculto de compartir fotos de los hijos en las redes sociales

Hernán Navarro, titular de la ONG Grooming Argentina, contó detalles de lo que pasa cuando son los padres los que exponen a los hijos. "El grado de perversidad que hay en Internet es atroz", afirmó.


12/08/2021
 /  libertaddigital.com
 -  Política  /  Redacción: Nahuel Bustos Domecq

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El hábito de documentar y compartir en redes sociales el crecimiento de los hijos se ha vuelto tan popular que existe una forma de llamarla: sharenting. Es tal la expansión de este fenómeno que muchos profesionales de la fotografía se han especializado en capturar imágenes de chicos, incluso antes de su nacimiento.

"“Cuando se trata de la información de los niños, sus padres son los que van construyendo esa huella, y lo que pueda provocar cuando el niño sea adulto, no lo sabemos, no lo conocemos”."

La infancia se ha vuelto pública y momentos que antes eran privados ahora se exponen en línea. El sharenting es una práctica digital que se masificó y consiste en que los responsables de la crianza de un niño o niña compartan sus imágenes en redes sociales. Simplemente haciendo una búsqueda rápida en Instagram hay 21 millones de fotos y videos publicados con la etiqueta #bebé, y otros 9 millones con el hashtag #niño. Una seguidilla de fotografías producidas o casuales que capturan a un bebé minutos después de haber nacido; también a niños durmiendo, cumpliendo años, comiendo, cantando y bailando, o dándose un baño.

El acceso generalizado a dispositivos de foto y video alimenta día a día ese archivo abierto a todos los usuarios de redes sociales, pero la magnitud del fenómeno es tal, que un área de la fotografía comenzó a profesionalizarse en el retrato de infancias.

"Es la sobre exposición de datos personales de niños, niñas y adolescentes. Con la particularidad que son los propios padres quienes exponen ese tipo de contenidos", graficó Hernán Navarro, titular de la ONG Grooming Argentina.

Volvió a hablar de identidades digitales y una reputación digital. "Hoy somos lo que mostramos y vemos que hay muchos adultos que no ven peligros, por lo que pueden victimizar y revictimizar a sus propios hijos", mencionó.

"Desde el mismo momento que un padre decide publicar una foto de un bebé o un niño o niña, lo exponemos a un grado de perversidad que hay en Internet y que es atroz", resaltó.

"Hoy las redes sociales son una fuente de captación para redes de Trata. Hoy con una conversación en las redes, tenemos al secuestrador en la puerta del colegio", aseguró.

Dentro de la fotografía infantil, hay una rama que se especializa en el registro de bebés recién nacidos. Este estilo fotográfico surgió en Estados Unidos durante la década de los 90 y se denomina new born (recién nacidos en inglés) porque se realiza durante los primeros 15 días de vida, cuando el bebé conserva naturalmente la posición fetal y alcanza un sueño profundo que permite fotografiarlo. Esta disciplina incorpora al set elementos como cestas, coronas, arcos y accesorios que recrean un escenario de “cuento de hadas”. Son fotografías producidas y con mucho trabajo de post producción.

Las fotos que resultan de estas sesiones pueden formar parte de un fotolibro y mantenerse en el círculo familiar, pero la mayoría de las veces circulan en redes sociales, en los perfiles de sus madres y padres, e incluso en el del fotógrafo que las tomó y muestra a través de ellas su trabajo.

Las redes sociales se caracterizan por la inmediatez en la interacción, la masividad de su uso y la potencial viralidad de sus contenidos. . Desde la psicología, la constitución subjetiva del niño está atravesada por la mirada del otro, “ese otro son los padres como fundantes y constitutivos, pero qué pasa cuando además hay miles de miradas más atrás de la pantalla”.

Toda nuestra actividad en Internet deja un rastro, construye la identidad pública de una persona en un entorno digital. “La huella digital es la reputación de las personas en Internet, esta reputación es construida a partir de información que sube la persona pero también terceros vinculados a ella'', explica.

Si bien los derechos de los chicos, muchas veces, son ejercidos por los padres o sus responsables legales, la Ley de Protección Integral de los Derechos de las niñas, niños y adolescentes contempla en su artículo 22 tanto la voluntad del niño como la de sus padres o responsables de crianza, cuando se trata de exhibir o divulgar datos privados o de su vida familiar. Esta perspectiva jurídica le da mayor protagonismo a los chicos porque establece que deben ser escuchados, incluso cuando su voz entre en conflicto con alguna decisión que tomen los padres. “En el caso de niños pequeños, posiblemente no tienen la capacidad de brindar ese consentimiento que se exige, pero no deja de ser reconocido como sujeto de derechos, con capacidad de hablar por sí mismo y tener la oportunidad de ser oído”.

En esta nota: #redessociales

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