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Explicó que los ruidos cambian el carácter de las personas. "La hipersonoridad modifica la personalidad y la agresividad de las personas. Además, sobre el oído produce lesiones importantes e irreversibles, el oído puede lesionarse no solo por el sonido intenso y agudo, sino también por los sonidos prolongados", comentó.
Por otra parte, indicó que los oídos de un niño tienen poca capacidad de tolerar los ruidos. "Tenemos que llegar a niveles de 60% o 65% de decibeles, la veo difícil por la educación que tenemos los que vivimos en esta ciudad", marcó.
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