Libertad Digital
El área metropolitana es al día de hoy, junto a Ushuaia, el conglomerado en el que menos se abona por usar el transporte público de colectivos. Se abona 85 pesos por viaje, una cifra que naturalmente está desactualizada en razón de lo que cuesta la prestación del servicio.
Hace días, se conoció que Corrientes avanzó con un tarifazo que la llevó a liderar el ranquin nacional. Saltó de 200 pesos por cada traslado a 590 pesos desde este mes y 690 desde marzo.
El boleto urbano más elevado en el mes de enero fue para Neuquén, donde la tarifa se ubica en $370, seguido por Bahía Blanca (Provincia de Buenos Aires), con $345. Salta anunció una actualización del 164% en enero, llevando la tarifa de $110 a $290, y un nuevo incremento en el mes de marzo alcanzando los $490. Córdoba elevó la tarifa del servicio a $340 a fines de enero y Rosario la fijará en el mismo valor la semana que viene. A fines de mes, se efectuarán en la capital chaqueña y en Barranqueras las audiencias públicas para avanzar en los nuevos cuadros tarifarios, los valores por ahora no se conocen, los estudios de costos deberán estar a disposición en las próximas semanas pero lo cierto es que hay indicadores que dan cuenta que en términos porcentuales inevitablemente el incremento será considerable.
Es que si se tiene en cuenta lo ocurrido cruzando el puente y los valores promedio que existen hoy en la mayoría de los distritos, sumado a que una vez celebrados esos espacios no vinculantes el tiempo para que el pasajero abone el nuevo precio lleva no menos de 30 días, el valor debería estar por encima de lo que hoy se paga porque la inflación no cesará.
A nivel país, en promedio hoy lo que pagan los usuarios está entre los 200 y 250 pesos por viaje. Por lo que si se tiene en cuenta que en el Gran Resistencia los nuevos valores comenzarán a regir en abril el costo del pasaje debería tener un piso no menor a 300 pesos.
Es que cualquier cifra menor implicaría que los subsidios provinciales deban ser cada vez más para que pueda cerrar la ecuación de la prestación del servicio. En el medio se sabe que los recursos no sobran y las proyecciones son inciertas por la inestabilidad económica que transita el país.
En la provincia evitan referirse a cifras, pero dan cuenta que la actualización será considerable en porcentaje porque la actual tarifa no puede sostenerse en el tiempo.
Es que el año pasado prácticamente no hubo aumentos y el costo de vida subió más del ciento por ciento y también se sucedieron devaluaciones del peso frente al dólar, que repercuten en insumos y otros gastos fijos como combustibles.
¿Qué dicen los empresarios?
En uno de los últimos informes presentados por los concesionarios al gobierno provincial, hacen un derrotero de las acciones que llevaron a que en la actualidad el sistema sea deficitario en miles de millones de pesos.
Repasan que el Estado no cumplió con lo normado en el contrato para la explotación del servicio, que marcan que al menos deben revisarse los costos dos veces al año, lo que no se cumplió. El último estudio de costos que realizaron las firmas determinó un costo de 1800 pesos por kilómetro, claro está que no solicitan que eso pague el pasajero, sino que se trata de la elaboración de una variable que luego tendrá aportes en subsidios.
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