Caos al volante: "No me importa si mato a alguien en el camino", dijo una joven tras evadir un control de alcoholemia

Lo que comenzó como un control de alcoholemia rutinario en la intersección de Don Bosco y Avenida Sarmiento, terminó en una peligrosa persecución que movilizó a la policía y a inspectores de tránsito de Resistencia. Una joven, con 2,5 gramos de alcohol por litro de sangre, intentó evitar el operativo al circular en contramano por calle Güemes, iniciando un escape que dejó un saldo de cuatro móviles policiales afectados y daños en una dependencia policial.

Según relató Darío Sardi, subsecretario de Tránsito y Transporte, el hecho ocurrió cuando la conductora, al advertir el control, decidió girar en contramano desde calle Ayacucho, avanzando más de 500 metros hasta Frondizi. En ese trayecto, casi colisiona de frente con un patrullero que logró esquivarla a tiempo.

“La persecución comenzó cuando la policía dio aviso tras el incidente con el patrullero. Nosotros estábamos cerca del control y nos sumamos, coordinando con las fuerzas de seguridad hasta que lograron interceptarla en Juan B. Justo, gracias a que había reventado una llanta y estaba rodeada”, explicó Sardi.

A pesar de mostrarse colaborativa con los inspectores, la joven evidenció una actitud violenta hacia los agentes policiales, a quienes incluso manifestó que "no le importaba si mataba a alguien en el camino". Una vez trasladada a la comisaría, continuó con episodios de agresividad que culminaron en destrozos dentro de la dependencia y autolesiones.

Alcoholemia y prevención

El caso reaviva el debate sobre los riesgos del consumo de alcohol al volante. Sardi detalló que durante el mismo fin de semana se registraron 30 casos de alcoholemia positiva, aunque destacó que muchos fueron menores a 0,5 g/l, nivel que anteriormente estaba permitido.

“El problema se agrava cuando se superan los 2 gramos de alcohol, como en este caso. Los niveles elevados suelen estar ligados no solo al consumo recreativo, sino también a situaciones personales que incrementan el riesgo de este tipo de conductas”, indicó.

El subsecretario también hizo hincapié en la necesidad de penas más severas para estos casos, no limitadas a multas económicas, especialmente cuando se pone en peligro la seguridad de terceros.