Salario emocional: el as bajo la manga de las mejores empresas

"El salario emocional es todo aquello que, sin ser dinero, mejora la calidad de vida laboral de un empleado", señaló Valeria Cividini, coach empresarial y CEO de Link Nea. En un mercado donde los aumentos salariales son escasos, las empresas buscan alternativas para motivar a sus equipos. Desde flexibilidad horaria hasta descuentos en comercios, pasando por un ambiente de trabajo positivo, todo suma.

Más que un simple beneficio

Para Cividini, los detalles hacen la diferencia: "Hoy llegué a la radio con bizcochitos y todos se pusieron contentos. Ese pequeño gesto mejora el clima laboral. Pero el salario emocional va más allá: tiene que ver con la conciliación entre la vida personal y el trabajo".

Entre las estrategias más efectivas, la especialista destacó la posibilidad de home office, descuentos en compras esenciales como útiles escolares o planes de pago accesibles en comercios aliados. "Un 20% de descuento en una librería, por ejemplo, puede marcar la diferencia en la economía familiar", resaltó.

Reconocimiento y propósito, dos pilares fundamentales

Otro punto clave es el reconocimiento dentro del ámbito laboral. "Muchas veces los jefes solo hablan para corregir errores, pero ¿qué pasa con lo que se hace bien? Las evaluaciones de desempeño cada tres meses ayudan a reforzar lo positivo y a detectar áreas de mejora sin desmotivar al equipo", explica Cividini.

Además, sostuvo que es fundamental que los empleados encuentren un propósito en su trabajo. "Si alguien siente que está estancado, que no tiene crecimiento ni aprendizaje, es difícil que se mantenga motivado", adviertió. Las capacitaciones y el desarrollo profesional también forman parte del salario emocional.

¿Puede reemplazar el sueldo?

"Por supuesto que no", respondió Cividini. "Nadie paga la factura de la luz con un buen ambiente de trabajo. Pero el salario emocional puede ser un complemento clave para mejorar la calidad de vida de los empleados y fidelizarlos con la empresa".

De hecho, la coach aseguró que muchas personas han renunciado a empleos con sueldos elevados porque el clima laboral era insoportable. "No todo es dinero. Un mal ambiente de trabajo, la falta de reconocimiento y la sensación de que nadie valora tu esfuerzo pueden hacer que alguien elija irse, aunque gane bien".

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